Benny Hinn, reconocido evangelista cuyas cruzadas han impactado a millones, se encuentra en el ojo del huracán una vez más. A lo largo de los años, ha sido objeto de controversia, generando tanto amor como críticas acaloradas. En la era digital, su influencia continúa expandiéndose, especialmente con la resurgencia de antiguos videos que circulan en redes sociales, desencadenando reacciones encontradas.
Uno de estos videos ha sido el análisis detallado de Mike Winger, quien ha señalado errores dentro del ministerio de Hinn, como profecías no cumplidas y la promoción del evangelio de la prosperidad. Aunque Winger aborda estos aspectos con precisión, la imagen del evangelista se ha visto cuestionada, incluso llegando a ser tildado de "charlatán" por algunos.
Ante la avalancha de opiniones y percepciones sobre su persona y labor, Hinn ha decidido intervenir y compartir su versión de los hechos para ofrecer un equilibrio en la interpretación de su legado. En una entrevista exclusiva con The Strang Report, solicitada al fundador de Charisma Media, Stephen Strang, Hinn busca contar su historia en sus propias palabras.
"El verdadero Benny Hinn anhela conocer la Biblia mejor que yo. Cuando me dirijo al Señor, mi clamor más sincero es: Señor, quiero ser aceptado en ese día. Eso es lo único que realmente importa para mí", compartió Hinn durante la entrevista.
Consciente de las críticas que enfrenta, Hinn reconoce que la percepción pública sobre él está sesgada por clips selectos de sus cruzadas y programas de televisión. Sin embargo, durante la entrevista, también confiesa haber lamentado diversos momentos a lo largo de su carrera, reconociendo errores en su interpretación de la profecía y la enseñanza de la prosperidad.
"Pido perdón a aquellos que se hayan sentido afectados por mis acciones. Soy humano y he cometido errores", declaró Hinn.
A pesar de los desafíos y errores del pasado, Benny Hinn muestra una actitud de aceptación y renovación. Centrado en seguir adelante y enfocado en el futuro, demuestra su compromiso con su ministerio y su deseo de seguir sirviendo a Dios y a las personas.