Ebrahim Raisi, el presidente de línea dura de Irán, falleció en un accidente de helicóptero cerca de la frontera con Azerbaiyán. En el mismo vuelo viajaban altos funcionarios y guardaespaldas, incluyendo al ayatolá Al-Hashemi, Imam de la Mezquita de Tabriz.
Las operaciones de rescate se complicaron debido a las malas condiciones climáticas, y el ministro del Interior describió el suceso como un "aterrizaje brutal". Sin embargo, las otras dos aeronaves del convoy lograron aterrizar sin problemas en Tabriz.
En respuesta a la trágica noticia, el régimen iraní convocó una reunión de emergencia, designando al primer vicepresidente, Mohammad Mokhber, como presidente interino hasta la celebración de nuevas elecciones en aproximadamente 50 días.
Raisi había visitado la frontera con Azerbaiyán el domingo temprano para inaugurar una presa junto al presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev. Esta presa es la tercera colaboración en el río Aras entre ambas naciones, a pesar de las tensas relaciones derivadas de incidentes diplomáticos y la estrecha relación de Azerbaiyán con Israel, considerado el principal adversario de Irán en la región.
La confirmación de la muerte de Raisi y los otros funcionarios llegó más de 12 horas después del accidente.
“El ayatolá Ebrahim Raisi, presidente de la República Islámica de Irán, ha sido martirizado mientras servía al pueblo. El helicóptero que transportaba a Raisi sufrió un accidente debido a condiciones meteorológicas adversas”, informó el régimen iraní en su canal de Telegram.
“A pesar del despliegue de decenas de equipos de rescate para ayudar al presidente y a su séquito, los esfuerzos para localizar el helicóptero accidentado se prolongaron debido a la niebla y a la dificultad del terreno boscoso y montañoso”, lamentó el Gobierno.
Durante meses, Raisi se mostró como un firme opositor de Israel, apoyando a Hamas desde el inicio de la guerra en Gaza. En abril, Irán lanzó un ataque sin precedentes contra Israel con drones y misiles, interceptados en su mayoría con ayuda internacional.