Luisiana.- El gobernador Jeff Landry firmó este miércoles una ley histórica que exige la exhibición de los Diez Mandamientos en todas las aulas públicas del estado. Con esta medida, Luisiana se convierte en el primer estado en imponer tal mandato, reavivando el debate sobre la separación entre Iglesia y Estado.
La ley ha generado fuertes reacciones. Grupos como la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU) y la Fundación para la Libertad de Religión han prometido una batalla legal, calificando la medida de "descaradamente inconstitucional". Sin embargo, Landry y otros defensores están preparados y, de hecho, ansiosos por enfrentar estos desafíos en los tribunales. "No puedo esperar a que me demanden", comentó Landry en un evento republicano.
Landry sostiene que los Diez Mandamientos ofrecen valiosas lecciones para los estudiantes. "Si quieres respetar el estado de derecho, tienes que empezar por el dador original de la ley, que fue Moisés", afirmó durante la firma de la ley.
Esta legislación es parte de una campaña más amplia de grupos cristianos conservadores para fortalecer las expresiones públicas de fe, con la esperanza de llevar estos casos hasta el Tribunal Supremo, que ha mostrado una postura más favorable hacia los derechos religiosos en años recientes.
Un ejemplo destacado es la decisión de 2022 que respaldó a un entrenador de fútbol que rezaba en la línea de 50 yardas después de los partidos.
Según Charles C. Haynes, investigador del Freedom Forum, aunque el clima actual parece favorable para los defensores de la ley, sigue siendo incierto si el Tribunal Supremo justificará esta medida. "Incluso a este tribunal le costará justificar lo que han concebido los legisladores", comentó Haynes.
La nueva ley requiere que los mandamientos se exhiban en todas las aulas de primaria, secundaria, bachillerato y universidades públicas. Los carteles deben tener un tamaño mínimo de 11 por 14 pulgadas y destacar los Diez Mandamientos con letra grande y legible.
Esta medida se enmarca en una temporada legislativa donde los republicanos, sintiéndose más libres tras años bajo un gobernador demócrata, han impulsado diversas leyes conservadoras. Entre ellas se encuentran restricciones al acceso a la libertad condicional, métodos de ejecución alternativos y medidas contra el aborto.
Luisiana es el primer estado en implementar una ley de este tipo desde que el Tribunal Supremo anuló una similar en Kentucky en 1980. Sin embargo, con el Tribunal Supremo actual mostrando una tendencia a favor de los derechos religiosos, los defensores de la ley de Luisiana ven una oportunidad para redefinir los límites entre gobierno y religión.
La medida ha encontrado obstáculos en otros estados, fracasando en lugares como Mississippi, Oklahoma y Texas. Sin embargo, los defensores en Luisiana confían en que los tribunales actuales podrían ver la exhibición de los Diez Mandamientos como un documento histórico más que como un mandato religioso.
Haynes advierte que, si los tribunales apoyan esta medida, podría significar una erosión significativa de la separación entre iglesia y estado en Estados Unidos. "Eso cambiaría lo que somos como país", concluyó.
