El actor Kevin Sorbo ha tenido una histórica carrera en Hollywood, pero a pesar de la fama, el dinero y el gran éxito de programas de televisión y películas como “Hércules” y “Dios no está muerto”, nunca se ha alejado de la fe de su infancia.
“En mis últimos años de adolescencia, cuando tenía 20 años, hice muchas cosas estúpidas”, le mencionó a CBN News durante una entrevista. “Pero nunca me alejé de mi fe. Nunca tuve esa crisis en la que no creía en Dios ni en Jesús”.
Sorbo, un noruego de segunda generación, describió cómo creció cerca del lago Minnetonka, en un pequeño pueblo a unos 30 kilómetros de Minneapolis, con padres amorosos que eran “cristianos muy devotos”.
“Mi madre sigue viva a los 92 años”, dijo Sorbo. “Mi padre falleció hace 12 años. Mi mejor amigo, él fue el padrino de mi boda. A mi padre, lo extraño todos los días”.
Cuando tenía 13 años, ocurrió un acontecimiento que hizo acrecentar esa poderosa base de mi fe.
“Cuando tenía 13 años, hicimos una excursión al recinto ferial de St. Paul con el reverendo Billy Graham”, dijo Sorbo. “Era una noche calurosa de agosto. Había como 300.000 personas afuera. Era increíble: había luna llena y Billy Graham era increíble, aunque estaba a una milla de distancia en el escenario”.
Sorbo no lo sabía, pero esa noche acabaría conociendo a Graham. Mientras estaba sentado y hablando con alguien durante la reunión, sintió una mano en la cabeza.
“Me di vuelta y era Billy Graham”, dijo Sorbo. “Y estaba acompañado por sus guardias de seguridad, por supuesto. Pero su cabeza estaba perfectamente detrás de la luna llena. Era como si estos rayos salieran de su cabeza. Y se me puso la piel de gallina”.
El encuentro se quedó grabado en la memoria de Sorbo. Años después, el publicista de Graham se puso en contacto con él para decirle que el equipo de Graham estaba buscando hacer un libro basado en “Chicken Soup”.
“Fue realmente genial”, dijo Sorbo al describir el momento en que se completó el círculo. “Desde entonces, me hice muy amigo de [el hijo de Graham] Franklin Graham… Ese fue un momento importante en mi vida”.
A pesar del éxito de Sorbo, dijo que nunca se sintió alejado de su fe mientras trabajaba en Hollywood. La fe en Dios tiene que ser increvantable en los corazones.