«Los Relatos de Canterbury», escritos en el siglo XIV, narran una peregrinación religiosa a la Catedral de Canterbury.
La advertencia fue incluida en un curso titulado “Chaucer y su época”, según reveló el Mail on Sunday tras una solicitud de acceso a la información.
Frank Furedi, profesor emérito de sociología de la Universidad de Kent, declaró al medio: “Dado que todos los personajes de las historias participan en una experiencia cristiana, es inevitable que haya muchas expresiones de fe. El problema no radica en los estudiantes que leen a Chaucer, sino en los académicos ignorantes que presumen de sus virtudes”.
Andrea Williams, directora ejecutiva de Christian Concern, afirmó que la Biblia es “esencial” para “comprender la historia de la literatura inglesa”.
Williams añadió que “las advertencias sobre temas cristianos en la literatura son despectivas hacia la fe cristiana y obstaculizan el avance académico de nuestros estudiantes”, señalando que censurar “las expresiones de la fe cristiana es borrar nuestro legado literario. La verdadera educación promueve la comprensión, no la evasión”.
Un portavoz de la universidad declaró que “fomentan la diversidad y su alumnado está compuesto por personas de todas las creencias y de ninguna”. El portavoz añadió que “la advertencia sobre el contenido no asume que todos nuestros estudiantes provengan de un entorno cristiano, pero incluso los estudiantes que son practicantes pueden encontrarse con aspectos de la cosmovisión medieval en Chaucer y otros que les resulten extraños o ajenos”.
La Sociedad Religiosa de la Universidad de Nottingham emitió un comunicado condenando la advertencia. El grupo afirmó que la advertencia envía un “mensaje profundamente preocupante a todos los estudiantes, sugiriendo que las creencias cristianas, que son fundamentales no solo para muchos estudiantes, sino también para los cimientos intelectuales y culturales de la historia inglesa, son de alguna manera ofensivas o perjudiciales para los demás”.
El grupo añadió que “la noción de que los valores cristianos son particularmente problemáticos representa una forma grave de discriminación que no debería existir en el entorno académico”.