Más de 14,000 personas fueron bautizadas en la selva amazónica del noroeste de Brasil, resultado de la labor evangelística desarrollada por la iglesia en esa región durante el último año. Los cristianos locales tienen como objetivo bautizar a más de 30,000 nuevos conversos.
Con una extensión de 6.74 millones de kilómetros cuadrados, el 60% de la selva amazónica se encuentra en territorio brasileño. Según datos del Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE), la población del estado de Amazonas alcanzaba los 4,281,209 habitantes al 1 de julio de 2024.
En este contexto, muchos de estos habitantes están viviendo un despertar espiritual sin precedentes. CBN News visitó la región y documentó el movimiento: "Dios es todo para mí. Dios es mi padre y sin Jesús no soy nada", expresó un residente de la zona.
Durante años, los cristianos evangélicos han remontado el río Amazonas para compartir el mensaje de Cristo con las comunidades ribereñas.
El pastor Josué Bengtson, líder de la Igreja do Evangelho Quadrangular en Pará, relató cómo inició esta labor en la región: "Los primeros días fueron mucho más difíciles que ahora".
Bengtson dedicó años a cruzar el río llevando el Evangelio como misionero y luego como pastor. "Cuando comenzamos a evangelizar, contábamos con muy pocos trabajadores, y en algunos municipios, los pastores caminaban entre 10 y 15 kilómetros para abrir una congregación. Hoy, casi todas las iglesias medianas en la Amazonia tienen un barco pequeño", explicó.
El pastor desempeñó un papel clave en la fundación de una de las primeras iglesias Cuadrangulares en el Amazonas. Actualmente, esta denominación cuenta con 3,200 congregaciones en la región.
"En los primeros seis meses del año, bautizamos a 14,500 personas. Nuestro objetivo es superar los 30,000 bautizos este año", señaló el pastor Bengtson.
El avance del Evangelio en la Amazonia depende en gran medida de canoas y embarcaciones de tamaño medio, que se utilizan para realizar servicios de adoración y actividades ministeriales en áreas remotas. Además, iglesias de las principales ciudades brasileñas envían equipos de voluntarios para llevar a cabo misiones educativas, humanitarias y médicas.
Estos esfuerzos no solo cubren necesidades básicas, sino que también presentan el mensaje de Jesús a las comunidades ribereñas y a los pueblos indígenas de la región. Hoy, pequeñas iglesias evangélicas están surgiendo en localidades apartadas a lo largo de los ríos.