Joven sufre paro cardíaco y vuelve a la vida tras «oración a Dios de sus padres»

Ana y Anthony Hankins asistieron al gimnasio de una escuela en California para apoyar a su hijo Macaiah. Sin embargo, lo que debía ser un momento familiar se transformó en una experiencia angustiante.

“Un director nos informó que un niño se había desmayado”, relató Anthony. De inmediato, su esposa sospechó que se trataba de Yoshua, su hijo de 12 años.

Yoshua había perdido el conocimiento mientras sacaba un bocadillo del auto. Siguiendo las indicaciones de un oficial de policía, los padres se dirigieron rápidamente a la entrada de la escuela, donde encontraron a Yoshua rodeado de paramédicos que le practicaban reanimación cardiopulmonar (RCP).

Luke Perkowski, uno de los paramédicos que atendió la emergencia, explicó que Yoshua estuvo inconsciente por más de 10 minutos. “No tenía pulso ni respiraba, lo que indicaba un paro cardíaco. Técnicamente, estaba clínicamente muerto”, señaló Perkowski, resaltando la gravedad de la situación y la importancia de actuar con rapidez.

Al llegar, Anthony se arrodilló junto a su hijo y oró con fervor, convencido de que Dios obraría un milagro. “Miré su cuerpo y le ordené que volviera a la vida en el nombre de Jesús”, recordó con fe.

Minutos después, Yoshua recuperó el pulso y fue trasladado al hospital, donde fue conectado a soporte vital y puesto en coma inducido. Las pruebas médicas revelaron que sufría de miocardiopatía, una condición que afecta el flujo sanguíneo y requería cirugía inmediata.

A pesar del difícil diagnóstico, los padres de Yoshua y su comunidad permanecieron en oración y ayuno, confiando en la intervención divina. Tras casi una semana, los médicos llevaron a cabo la cirugía con éxito.

Aunque inicialmente existían temores de daño cerebral, Yoshua sorprendió a todos al despertar completamente recuperado y sin secuelas.

“Cuando reflexiono sobre mi experiencia, siento alegría porque estoy vivo. Comprendí que Dios aún no ha terminado su obra en mí. Seré un testimonio de su poder hasta el regreso de Cristo”, expresó Yoshua con gratitud.

El milagro de Yoshua impactó profundamente a la comunidad, fortaleciendo su fe y animándolos a recurrir a la oración en tiempos de adversidad. Este evento inspiró a muchos a buscar a Dios con mayor devoción y esperanza.