El más reciente proyecto de Mark Wahlberg, “Flight Risk”, dirigido por Mel Gibson, es un electrizante thriller que mantiene a la audiencia al borde de su asiento con su intensa acción y actuaciones impactantes. La fe sigue siendo un pilar esencial en la vida y carrera del actor, incluso mientras asume el desafío de interpretar a un antagonista.
“Todo parte de mi vida de oración, mi búsqueda espiritual y mi relación con Dios, intentando siempre llevar una vida con propósito”, expresó el actor nominado al Oscar, de 53 años, en una entrevista con The Christian Post.
En “Flight Risk”, Mark Wahlberg da vida a Daryl Booth, un sicario que se hace pasar por piloto mientras escolta a un fugitivo, interpretado por Topher Grace, en su traslado a juicio. Durante su travesía por el desierto de Alaska, la tensión se intensifica y las verdaderas intenciones de cada personaje quedan al descubierto. En medio de esta historia llena de adrenalina, Wahlberg asume el reto de encarnar a un villano, un giro que contrasta con sus habituales papeles heroicos.
Para el actor, interpretar a un antagonista ha sido un “cambio refrescante”. Inspirado por icónicos villanos del cine, como los de Jack Nicholson y Robert De Niro, disfruta la oportunidad de sorprender a los espectadores con una faceta diferente.
Aunque “Flight Risk” es un thriller de acción, Wahlberg destaca los matices morales presentes en la historia, como la redención y las segundas oportunidades, elementos que emergen a través de las dinámicas entre su personaje y los interpretados por Grace y Michelle Dockery.
Esta película representa una nueva colaboración entre Wahlberg y el director Mel Gibson, con quien ya trabajó en Father Stu. El actor expresa su admiración por Gibson, tanto delante como detrás de la cámara, y su entusiasmo por haber trabajado nuevamente bajo su dirección.
El rodaje le brindó una perspectiva renovada del proceso cinematográfico, permitiéndole disfrutar de la visión creativa de Gibson y de la libertad artística que este aporta a sus proyectos.
Antes de consolidarse en Hollywood, Wahlberg tuvo una juventud turbulenta, enfrentando adicciones y problemas legales. No obstante, su fe ha sido un pilar clave en su transformación personal y profesional. A través de su fundación, busca apoyar a jóvenes en situaciones difíciles, convencido de que la redención es posible para todos.
Para Wahlberg, la oración es un hábito esencial en su día a día, ayudándole a mantenerse enfocado en su propósito y en la gratitud. Esta práctica le otorga fortaleza para sobrellevar los desafíos de su carrera, incluyendo el tiempo lejos de su hogar y su familia.
Además, reafirma su compromiso con la espiritualidad y la guía divina, alentando a otros a encontrar su camino a través de la fe, reflejando así su evolución y crecimiento personal a lo largo de los años.