Javier Milei y Giorgia Meloni abogan por la libertad religiosa y revelan la persecución cristiana en la ONU

El presidente de Argentina, Javier Milei, y la Primera Ministra de Italia, Giorgia Meloni, captaron la atención global en la 79ª Asamblea General de las Naciones Unidas al abordar un tema poco habitual en estos foros: la persecución cristiana y la falta de libertad religiosa en diversas partes del mundo.

 Ambos líderes destacaron cómo este problema se agrava en países con regímenes socialistas o comunistas, como Cuba, México, y Nicaragua en América Latina, así como en Turquía y Rusia en Europa. En Asia, China y Corea del Norte también enfrentan severas restricciones religiosas, mientras que en África, naciones como Malí, Burkina Faso y Níger, marcadas por recientes golpes militares, ven un aumento en la persecución religiosa.

Durante su discurso, Meloni enfatizó la creciente persecución de cristianos, que afecta a más de 83 mil personas diariamente en todo el mundo, subrayando el compromiso de Italia de ser un modelo de apoyo a quienes sufren por su fe. La Primera Ministra también destacó que la libertad religiosa es un derecho esencial y universal que debe ser respetado en todas las naciones.

Por su parte, Javier Milei criticó a la ONU por haberse desviado de sus objetivos originales de preservar la paz y defender la dignidad humana, y acusó a la organización de imponer agendas ideológicas que socavan la soberanía de los Estados y la libertad individual. Milei denunció que programas como la Agenda 2030 no solo fallan en resolver problemas como la pobreza, sino que los agravan. En su discurso, también citó el pasaje bíblico de Isaías 2:4 para abogar por un futuro de paz y justicia. 

Milei concluyó su intervención manifestando su desacuerdo con el "Pacto del Futuro" propuesto por António Guterres, invitando a las naciones libres a unirse a su llamado para replantear el enfoque de la ONU, priorizando la libertad y los derechos individuales.