Misioneros piden apoyo en oración tras el terremoto que devastó a Myanmar y Tailandia

Un fuerte terremoto de magnitud 7,7 sacudió Myanmar y Tailandia el viernes 28 de marzo, dejando un saldo de 15 muertes en los dos países más afectados. Muchas personas buscan a familiares y seres queridos entre los escombros de los derrumbes provocados por el sismo.

El epicentro se localizó cerca de la ciudad de Mandalay, hogar de aproximadamente 1,5 millones de personas. Posteriormente, se registró otro temblor de magnitud 6,4 y varios más de intensidad moderada en la misma región, lo que sigue afectando a la población local.

En Bangkok, la capital tailandesa, un edificio en construcción colapsó inmediatamente tras el terremoto, generando una densa nube de polvo. Los equipos de rescate trabajan para liberar a unas 81 personas atrapadas entre los escombros. Al menos 320 trabajadores estaban en el lugar cuando ocurrió el sismo.

El terremoto no solo dañó edificaciones en Tailandia, sino también infraestructura en Myanmar, como puentes y carreteras en Naypyitaw. En Taungoo, un templo se derrumbó, provocando la muerte de varias personas. Los gobiernos de ambos países han declarado el estado de emergencia ante la gravedad de la situación.

Según líderes cristianos y misioneros, el terremoto causó daños en diversas regiones. Eugene Wee, director ejecutivo de Radio International en Tailandia, informó que varios equipos realizaban entrenamiento misionero en las montañas de Phetchabun cuando ocurrió la tragedia.

"El equipo empezó a sentir temblores en la habitación. Sabíamos que era un terremoto, pero para que la oficina de campo, ubicada a 300 metros de altura en las montañas, lo sintiera, significaba que el sismo debía ser muy fuerte. Ya habíamos sentido temblores en Chiang Mai antes, pero no en el pueblo", relató.

"Tembló intensamente durante unos cinco a ocho minutos. Probablemente fue el temblor más fuerte que han experimentado y no hubo ninguna advertencia. Ahora esperamos réplicas. Oren para que se salven vidas", añadió con preocupación para el medio Salt & Light.

Santiphap Viriyotha, de Stronger Together Tailandia, reportó la desaparición de personas tras el terremoto, considerado uno de los más fuertes en décadas en Tailandia. En Chiang Mai, todos sintieron el sismo, con árboles y postes de luz sacudidos. Afortunadamente, su ministerio y la iglesia local no sufrieron daños.

En Myanmar, Deeram Khong expresó su preocupación por no poder contactar con miembros de una iglesia en Mandalay debido a la interrupción de las comunicaciones. Pidió oraciones por su bienestar mientras enfrentan la adversidad. Las réplicas continuaron en varias secuencias, generando temor y mareos en la población.

En Chiang Mai, Naw Aung Lahtaw describió cómo el sismo comenzó con un ligero temblor que se intensificó rápidamente. Centros comerciales y escuelas fueron evacuados para garantizar la seguridad. Aunque su área no sufrió grandes daños ni heridos, pidió oración por la situación en Myanmar.

"Por favor, oren por los afectados por el terremoto, especialmente en Myanmar. También por los cristianos y misioneros, para que puedan atender a quienes sufren pérdida, dolor, ansiedad, miedo y sufrimiento", solicitó Lahtaw.

Misión Puertas Abiertas pidió oraciones por la seguridad de las personas afectadas en Myanmar. Daisy Htun, una socia local, informó que un edificio de cuidado infantil sufrió daños, aunque sin víctimas.

Además, una iglesia en Naypyidaw también resultó afectada, pero una sesión de capacitación de la organización finalizó justo antes del terremoto, evitando posibles heridos. Como medida de precaución, los residentes de apartamentos han sido evacuados.