Hedieh enfrentó una condena extrema por quitarse el velo, la cual incluía la amenaza de un sufrimiento eterno en el infierno. Sin embargo, tras 22 años en el Islam, ya no temía su destino gracias a la amorosa voz de Jesucristo.
Ella compartió su experiencia, explicando cómo en el Islam percibía a Dios como un juez distante, lo que la llevó a cuestionar su relación con su fe y el sentido de su vida.
A pesar de haberse criado en un entorno acomodado en Beverly Hills, Hedieh experimentaba un vacío emocional que trató de llenar a través de la religión. Su búsqueda espiritual la llevó a una mezquita extremista, donde se sintió excluida debido a las ideologías políticas y antisemitas que allí se promovían.
“Es una práctica mística del Islam centrada en el amor, la armonía y la búsqueda de una relación personal con Dios. Pensé: ‘Esto es perfecto, aquí encontraré la paz y la conexión con Dios’”, relató.
Esto la impulsó a explorar otras ramas del Islam, pero al final no encontró la paz que tanto buscaba.
Tras graduarse de la facultad de derecho, Hedieh comenzó a redactar informes sobre el extremismo musulmán, lo que la llevó a colaborar con el FBI y otras agencias gubernamentales en la lucha contra el terrorismo.
Ella creía que su experiencia en el Islam le permitía contribuir tanto a su país como a su fe, mientras formaba una familia y tenía una hija. No obstante, a pesar de seguir rigurosamente las leyes islámicas, siempre se sentía culpable y carecía de certeza sobre su salvación.
Con el tiempo, la presión de cumplir con las expectativas religiosas se volvió insoportable, especialmente tras quitarse el velo, lo que provocó que sus imanes la amenazaran con un castigo eterno. Este doloroso episodio la dejó sin rumbo ni apoyo, hasta que vio un video de un pastor cristiano que hablaba sobre tener una relación personal con Dios, lo cual tocó profundamente su corazón.
Después de una oración sincera, Hedieh sintió que escuchaba la voz de Cristo, lo que inició su transformación espiritual y eventual bautismo.
“Estaba de rodillas, haciendo la oración ritual islámica, con la cabeza en el suelo, llorando y pidiendo: ¿Puedes revelarte a mí, por favor? Estoy completamente confundida sobre quién eres. Y en una de esas oraciones en mi dormitorio, escuché la voz de Cristo decir: Hedieh, soy yo. Fue extraordinario. Hasta hoy lo recuerdo como si hubiera sido ayer. En ese momento supe que nunca sería la misma”, compartió.
“La Biblia cobró vida como el Corán nunca lo hizo. Sentí que Dios me hablaba directamente y usaba el Corán para mostrarme por qué no era correcto, y por qué Su Palabra en la Biblia era verdadera. Llegué a un punto en el que tuve que aceptar que Jesús es el Señor, que Él me había salvado. Un día, mientras oraba, sentí que el Señor me decía: Hija, ya no tienes que tener miedo”, añadió.
Hedieh fue bautizada poco después en una iglesia que encontró en internet, y ahora disfruta de una relación con Dios que jamás imaginó posible. En los momentos difíciles, siente que Él le dice: “Hija, camina conmigo”, lo que le da consuelo y la certeza de que Él tiene planes para su bienestar.
Hoy, Hedieh comparte su testimonio sobre el amor de Dios a través de Jesús, con la esperanza de inspirar a otros a conocerlo. Afirma que Dios siempre ha estado a su lado, llenando su vida de amor y alegría.
“Me pregunto, a veces le pregunto por qué tuve que pasar por ciertas cosas. Pero Él ha usado todo mi pasado para este propósito, y no habría sido posible hace 25 años. No habría sido posible que esa chica de Beverly Hills hiciera lo que Él me está llamando a hacer ahora. Y por eso, estaré para siempre a Sus pies”, concluyó.