Shawn, un niño de 7 años e hijo de misioneros en Corea del Sur, está siguiendo el llamado de Dios junto a sus padres para compartir el mensaje del Evangelio con la comunidad local. Un día, tras regresar de la escuela, le comentó a su madre que un amigo ya no mostraba interés en escuchar acerca de Jesús. Aunque al principio no sabía cómo abordarlo, pronto ideó una nueva forma de compartir su fe.
“Hice un dibujo de Jesús para mi amigo y escribí algunas cosas sobre Cristo. Le dije que si no quería escucharme hablar de Jesús, podía mirar el dibujo y leer lo que había escrito”, compartió el niño con la Junta de Misiones Internacionales.
Shawn, quien vive en Seúl, es hijo de los misioneros Matt y Evelyn Podge. Junto a su hermana de 2 años, están aprendiendo a predicar el Evangelio en medio de la población no creyente. Para la familia, compartir el mensaje de Jesús significa vivir en comunidad y formar relaciones con otras familias.
Evelyn organiza reuniones semanales en su hogar con un grupo de madres para discutir sus preocupaciones y desafíos, creando un ambiente de apoyo mutuo.
Aprovechando esta dinámica, Matt enseña a los niños sobre la Biblia mientras las madres se reúnen, lo que ha dado lugar a la formación de una iglesia coreana que se congrega en su apartamento cada domingo por la tarde para estudiar la Palabra de Dios.
“Shawn ha demostrado que entiende lo que enseña la Biblia. Cuando había dudas sobre si los niños podían aprender, Shawn compartía las lecciones bíblicas en coreano”, dijo Matt.
Evelyn observó un cambio positivo en la percepción de sus amigos coreanos cuando Shawn mostró su comprensión del Evangelio. De repente, sus amigos prestaron atención y parecía que comenzaban a ver el poder transformador de la Biblia en sus vidas.
En las reuniones con las madres, Evelyn les ofrece orientación sobre la crianza y los desafíos familiares, todo basado en principios bíblicos.
Durante una campaña de evangelización antes del Festival Internacional de Fuegos Artificiales en Seúl, Matt y Evelyn fueron bien recibidos por la comunidad, aunque enfrentaron el desafío de que muchas personas pensaban que pertenecían a sectas, lo que dificultaba la aceptación.
Matt resaltó que la confianza construida con los vecinos es clave para su labor evangelística, y que la presencia de sus hijos, especialmente Shawn y Corbin, también contribuye a atraer a las personas.
A través de su ministerio, la familia Podge se conecta con sus vecinos, trabaja con refugiados y colabora con otros creyentes para llevar el mensaje de Cristo a Seúl.