Evangelismos en las universidades de Japón trae poderosos cambios en el corazón de los jóvenes

Japón, conocido por sus tradiciones milenarias, es un país donde hablar de Jesucristo presenta retos debido a las profundas creencias culturales de su población. No obstante, la nueva generación de jóvenes japoneses está comenzando a mostrar signos de un cambio significativo en la nación.

Esto es algo que han notado los miembros de la Junta de Misiones Internacionales (IMB), una organización dedicada a proclamar el Evangelio de Jesucristo en diferentes partes del mundo.

En Japón, esta apertura ha sido especialmente evidente en el ámbito universitario, donde los cristianos han organizado reuniones en los campus, similares a las pausas bíblicas comunes en Brasil.

Estas reuniones ofrecen a los estudiantes un espacio para dialogar, compartir alimentos y disfrutar de actividades recreativas en un ambiente acogedor y amistoso. Aquellos que aún no han conocido el amor de Jesús son invitados a participar, integrándose a una nueva generación dispuesta a experimentar las bendiciones de Dios.

Akio es uno de los estudiantes que encontró transformación a través de estas reuniones en un campus de Osaka, y expresó su asombro al recibir la invitación para unirse.

“Por primera vez en mi vida, experimenté paz”, compartió Akio, según informó la IMB.

El impacto en la vida de Akio ha sido tan significativo que sus compañeros de fe, como Trey Fleming, quien lidera el equipo de misioneros cristianos de IMB en Osaka, han sido testigos de su cambio.

“Era muy reservado cuando lo conocimos, pero ahora es la persona más entusiasta del grupo y está absorbiendo todo lo que puede aprender de nosotros”, afirmó Fleming.

Brason English, otro miembro del equipo que evangeliza a estudiantes universitarios en Osaka, está convencido de que una nueva época de fe está surgiendo en Japón.

“Tradicionalmente, Japón ha sido un desafío para el Evangelio. Pero creo que está emergiendo una nueva generación que está marcando una gran diferencia. Estamos en un momento sin precedentes de apertura al Evangelio en Japón. La cosecha es verdaderamente abundante”, concluyó.